sábado, 12 de noviembre de 2011

Declaración de Principios del Socialismo Allendista.



“…el hombre del siglo XXI debe se un hombre con una concepción
       distinta, con otra escala de valores, un hombre que no sea movido esencial y fundamentalmente por el dinero,
un hombre que piense que existe para la fortuna una medida distinta, en la cual la
 inteligencia  sea una gran fuerza creadora.”
Salvador Allende Gossens



1.-  El Socialismo Allendista hace suya la herencia política, constitucional y moral del  Presidente Salvador Allende.

Asumimos su legado histórico a las nuevas generaciones de chilenas y chilenos que se expresa, principalmente, en la Unidad del Pueblo  y de los movimientos sociales, políticos y de pueblos originarios; la construcción de un Programa Democrático y Popular que lo represente; y en un Proyecto de transformación Socialista, genuinamente democrático y participativo, sustentado en mayorías sociales y electorales.  Este proyecto debe encarnar la aspiración a construir una Patria para Todos en Chile y en Nuestra América, donde se supere toda forma de pobreza, exclusión, ignorancia, explotación humana, trafico de personas, abusos, migraciones forzadas y desigualdades que generan las herencias dictatoriales, el capitalismo globalizado y el neoliberalismo.


2.-  En los principios Allendistas, el socialismo se construirá de acuerdo a las condiciones éticas y sociales de cada realidad histórica y según la voluntad libertaria y solidaria de cada pueblo. Será concebido como un proceso sustentado en los cimientos de los valores plurales del humanismo socialista, de la solidaridad social, de una democracia participativa y protagónica. En el respeto de los derechos humanos económicos y sociales, de los derechos de los pueblos originarios y de los derechos de las personas con necesidades especiales.  En el marco de una economía social y solidaria cuyo fin inmediato es la recuperación de nuestras riquezas naturales y energéticas. En el respeto  al entorno social y al medio ambiente, sustentado en una ecología de la vida de la naturaleza que asegure a las generaciones del presente y a las generaciones del futuro, derechos y bienes naturales, patrimoniales y culturales, y su uso, preservación y disfrute en beneficio de la vida humana. En una ciudadanía plural en el conocimiento.


3.-  El socialismo surgirá en el respeto a la vida, al derecho  la paz y la felicidad, a la diversidad y alteridad; en la protección y cuidado de la infancia y de los adultos mayores; en el derecho a la formación permanente y plural en todas las edades; en el derecho a la propiedad y disfrute de los recursos naturales y culturales, al patrimonio económico, a la plena alimentación  y sanidad para toda la vida; en el derecho a la protección social digna y solidaria garantizada, a la recreación, al ocio y el deporte, y al acceso y disfrute de los bienes de la cultura y del desarrollo tecnológico.


4.-  Como fuerza política asumimos y representamos los principios éticos de justicia social, igualdad humana y cultural del socialismo revolucionario latinoamericano; principios históricos acunados por las fuerzas del socialismo chileno y latinoamericano, en cuanto constituyen la expresión política más avanzada de la reivindicación de derechos, autodeterminación  y libertades de las y los trabajadores manuales e intelectuales y de los pueblos, y de todas y todos quienes aspiramos a la libertad, a la justicia social y al socialismo.


5.-  Para llevar a cabo nuestro proyecto histórico en el seno de Chile, nos constituimos en fuerza política, social y electoral autónoma, democrática, de izquierda, popular y de los trabajadores, revolucionaria, bolivariana e indoamericanista.




6.-  Sostenemos la ética socialista como valor supremo del humanismo social e histórico contemporáneo y sustento de las relaciones fraternales, solidarias e igualitarias entre las personas, grupos sociales e interculturales, y como guía para la acción personal y colectiva.. Declaramos incompatible con la ética socialista y la decencia humana, toda forma de corrupción moral pública o privada, toda forma de tráfico, abuso degradación, toda forma de crimen y tortura y toda forma de explotación y dominación de la persona humana.


7.-  Filosóficamente somos materialistas y haremos uso de la dialéctica en el fundamento que el mundo no es fijo ni inmutable, sino cambiante. Adherimos a los principios del marxismo  como método de interpretación de la realidad histórica, económica y social, enriquecido y rectificado por la lucha libertaria de los pueblos, la producción cultural, el avance de la ciencia, el devenir social y el pensamiento critico y libertario latinoamericano.


8.- Nos declaramos partidarios de la paz y de la libertad, y de la unidad e integración solidaria de los pueblos y naciones basados en los valores de la solidaridad, la diversidad, la tolerancia y la pluralidad intercultural.  En consecuencia nos declaramos ética y políticamente anti-colonialistas y anti-imperialistas y condenamos toda forma de neo-colonialismo, de terrorismo tecnológico y militarismo expansionista, de extremismos fundamentalistas, todos ellos expresiones de la cultura de la muerte y de la opresión humana y de los pueblos.


9.-  Solidarizamos con los pueblos y movimientos sociales que luchan en contra del colonialismo, por sus independencias y autodeterminación.  Nos declaramos partidarios de nuevas instituciones multilaterales constituidas en los principios de un derecho solidario y justo, y en el reconocimiento de las nuevas doctrinas democráticas de derecho internacional.   Nos declaramos parte del movimiento planetario de mujeres y hombres libres que aspira a una transformación sistémica que asegure la paz, la justicia social y económica, el comercio justo entre países, naciones y seres humanos.


10.-  Respaldamos y solidarizamos activamente con los nuevos procesos democráticos y populares de transformación social que se desarrollan en América Latina.  Adherimos al proceso de integración y unidad bolivariana en nuestra América morena, en tanto a proyectos fundados en sus realidades nacionales, conducidos por sus propios movimientos sociales y políticos inspirados en las concepciones de transformación democrática, de mayorías populares y electorales y de construcción desde la base del poder popular.


11.-   Declaramos que nuestra causa de la integración bolivariana desde Chile es parte del proceso de reconstrucción democrática bolivariana fundado en cimientos de soberanía, justicia y legitimidad popular que han dado origen a nuevas Constituciones Republicanas generadas por Asambleas Constituyentes, sustentadas en las voces de quienes fueron históricamente  excluidos por las oligarquías nacionales.  Esta nueva realidad social y politica alienta la integración y unidad bolivariana de los pueblos. No es la integridad hegemónica de la uniformidad impuesta por el discurso del neoliberalismo transfinanciero bajo la hegemonía política y militar de los Estados Unidos.  Al contrario, se trata de la nueva integración de pueblos en el ideal bolivariano, como un signo concreto d la re-escenificación en el continente de la dignidad y alteridad de los principios de igualdad, solidaridad por la vida, justicia social, reparación histórica y libertad. Ideas poderosas que alientan el proyecto de autodeterminación, independencia cultural y política e integración latinoamericana en transformación social.




Santiago de Chile, 26 de junio de 2010,

Día del natalicio del Compañero Presidente Salvador Allende Gossens.

1-FUNDAMENTACION HISTORICA, POLITICA Y DOCTRINARIA DEL SOCIALISMO ALLENDISTA


En  el año del Bicentenario de la Primera Junta de Gobierno de Chile, los SOCIALISTAS ALLENDISTAS, y un notable grupo de independientes adherentes y simpatizantes de la izquierda chilena estimamos que es el momento de efectuar un análisis de la vida política de los últimos 50 años de vida de la República y, como producto de una profunda autocrítica, dar origen a un nuevo referente político en la izquierda chilena, entregar a las nuevas y viejas generaciones una propuesta política y programática para los años del tercer milenio, por medio de un nuevo partido político, recordando el pensamiento, compromiso, constancia y consecuencia del Compañero Presidente Salvador Allende Gossens, y reafirmando doctrinariamente nuestra condición de SOCIALISTAS ALLENDISTAS,

Hace 52 años (en 1958) el presidente Jorge Alessandri Rodríguez  gobernando en nombre de la derecha pretendió hacer un gobierno de gerentes, de tecnócratas, terminó su sexenio en un cuotéo entre conservadores, liberales y radicales.

Lo reemplaza Eduardo Frei Montalva, en 1964,  con su patria joven, chileniza el cobre, inicia un proyecto de reforma agraria y dispone del apoyo irrestricto de la Alianza para el Progreso de los Estados Unidos.

 El histórico triunfo de la Unidad Popular el 4 de septiembre de 1970 causa sorpresa mundial, el Compañero Presidente Salvador Allende Gossens es el primer  Presidente de la República, militante  socialista, que asume el poder ejecutivo de un país democrático por votación popular. Vivimos los mil días que nadie puede ni debe olvidar. La nacionalización de la gran minería, el medio litro de leche, la más numerosa integración de los trabajadores al mundo sindical, los esfuerzos de miles de compañeros  en los trabajos voluntarios. Quedan sin poder cumplirse, entre otros tantos, proyectos como la Escuela Nacional Unificada y la reestructuración de la economía en tres áreas, que estaban acordadas con el presidente de la democracia cristiana y que este ignoró al no  cumplir el compromiso en vísperas del 11 de septiembre de 1973…

El golpe de estado del martes 11 de septiembre de 1973 da inicio a la etapa más negra de la historia de Chile, y fue provocado por una clase social económicamente poderosa contando con el respaldo, hoy reconocido, del gobierno de los Estados Unidos operando con todos sus organismos y con la participación de empresas transnacionales para la desestabilización política, económica y financiera de nuestro país. En 17 años cambian el país, persiguen, detienen, torturan, matan y hacen desaparecer a quienes los golpistas estiman sus enemigos. El patrimonio del Estado es saqueado y destruido. Chile se convierte en el primer laboratorio de las tesis económicas de la escuela de Chicago, lo que no es privatizado es municipalizado, reduciendo el aparato del Estado a su mínima expresión,  se dicta una Constitución Política del Estado que establece al estado chileno como subsidiario, con una filosofía neoliberal, norman lo que llaman una democracia protegida, se instaura un sistema política binominal en que un tercio es igual a dos tercios y genera la exclusión de una importante cuota de ciudadanos. Cocinado el dictador en su propia salsa, el plebiscito del 5 de octubre de 1988,  deja el poder en manos de sus opositores y enemigos.


La Concertación de Partidos por la Democracia  son el gobierno de Chile en los últimos 20 años (desde el plebiscito) con sus defectos y virtudes y, que hoy, en el año 2010, el 11 de marzo,  entrega  el poder ejecutivo, producto de sus propias faltas,  a un representante de la derecha golpista, que al igual que hace 50 años pretende que en Chile nada ha pasado en los últimos decenios y que en su gobierno participen los mejores sin importarle su origen partidista, saben de su condición minoritaria en el parlamento.

Durante 20 años la Concertación de Partidos por la Democracia, en su afán por no molestar a los representantes de la pasada dictadura, olvidó su compromiso programático de terminar con las políticas económico sociales   de los chicago-boys, y en este marasmo ideológico, en que todo pasó al olvido, las direcciones del socialismo chileno olvidaros hasta la definición de la Real Academia de la Lengua Española de lo que significa el  SOCIALISMO:  

“SISTEMA DE ORGANIZACIÓN SOCIAL Y ECONÓMICA PENSADO EN LA PROPIEDAD Y ADMINISTRACION COLECTIVA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN  Y EN LA REGULACIÓN DE LAS ACTIVIDADES ECONÓMICAS  Y DISTRIBUCIÓN DE LOS BIENES.”

En estos 50 años cambió Chile y cambió el mundo. Fuimos testigos de la Revolución Cubana, de la Batalla de Santa Clara el 28 de diciembre de 1958 y de la Toma de la ciudad de La Habana el 1 de enero de 1959.  Cuanto pesó esta Revolución en la juventud chilena recién hoy lo dimensionamos; conocimos la Primera Declaración de La Habana, y en el tiempo que se produce el intento del imperio de agredir a la isla de Cuba  en Bahía Cochinos, Fidel Castro entrega la Segunda Declaración de La Habana de la que muchos de los que entonces éramos jóvenes nos declaramos sus hijos políticos y marcó las conductas y orientaciones políticas por muchos años.. El imperio contraataca y nace el programa de la Alianza para el Progreso, como herramienta de derroche de dinero norteamericano para detener los avances de la izquierda latinoamericana.

En medio de la guerra fría se produce en Europa el Mayo Rojo de 1969, y en Chile se hermana con los movimientos universitarios, “Universidad para Todos” fue la consigna. La noche de los golpes de estado hace que en los años 70 se multipliquen las dictaduras en todo el continente. Chile en conflicto con nuestros vecinos, la República Argentina, y la dictadura oculta que había movilizado las fuerzas armadas para la guerra por el Canal Beagle; después de tres años nuevamente el dictador enfrenta a la Argentina alineándose junto al imperio británico el la Guerra de las Malvinas.

Se desmoviliza la guerra fría, cae el muro de Berlín, terminan los llamados socialismos reales europeos, y la política chilena continúa encapsulada hasta el plebiscito de 1988. Hemos llegado a la postmodernidad, a la globalización, a la desmovilización popular, y así transcurren los gobiernos de la concertación; mientras, renacen las ideas bolivarianas que comienzan un nuevo encuentro entre los países de la América Morena, como la llamaba el libertador Simón Bolívar.

Desde hace algún tiempo los SOCIALISTAS ALLENDISTAS hemos planteado en distintos tonos y en distintas tribunas nuestra diferente visión de lo que ocurría en el Partido Socialista de Chile y en el ámbito de los gobiernos de la Concertación.

Estas diferencias de visiones y posiciones terminan  con el abandono del Partido Socialista de Chile y la participación de los SOCIALISTAS ALLENDISTAS en la formulación de un Programa de Gobierno de las Fuerzas de la Izquierda Chilena en abril de 2009 que culmina con la proclamación del Compañero Jorge Arrate Mac Niven como candidato presidencial del Frente Amplio, del Juntos Podemos y de los demás fuerzas de la izquierda extraparlamentaria. El resultado electoral es conocido, la Concertación de Partidos por la Democracia carece de fuerzas para tener un quinto gobierno de su conglomerado.

El tiempo en que vivimos, la llamada postmodernidad, pesa en nuestras conductas y también en el lenguaje.  Hoy hablamos de conflicto de intereses, siendo una lucha de clases; de encuentro entre empresarios y trabajadores que es el enfrentamiento entre capital y trabajo;  la población  en estado de calle que son los marginales sin casa; los grupos socialmente vulnerables que es la población en estado de miseria;  los temas de la gente son los intereses del pueblo;  los trabajadores desvinculados son los despidos injustificados;  etc.

Todas estas frases son eufemismos para maquillar la realidad y provocar el engaño que lleva al adormecimiento de los trabajadores, sumado al despiadado ataque al sindicalismo.

Pareciera que las direcciones y algunos de los militantes del Partido Socialista de Chile  quisieran  olvidar su vieja formación marxista,  el conocimiento y uso del materialismo histórico y la practica de la dialéctica en lo que son  las bases doctrinarias del Partido Socialista y la praxis política de un partido de izquierda.

Es la oportunidad de recordar nuestras raíces, la fundación del Partido Socialista de Chile el día 19 de abril de 1933, en la calle Serrano Nº 150 de Santiago,  acto al que concurrieron el Partido Socialista Marxista representado por el compañero Eduardo Rodríguez;  la Orden Socialista representada por el compañero Arturo Bianchi; la Nueva Acción Pública (NAP) fundada por el compañero Eugenio Matte Hurtado y representada por el compañero Enrique Mozó; y la Acción Revolucionaria Socialista representada por el compañero Oscar Schnake. Estos cuatro compañeros declaran la disolución de sus representados y en el acto incorporan a todos sus militantes al Partido Socialista de Chile. El compañero Eugenio Matte Hurtado declara que:

 “…queda constituido el Partido Socialista, se felicita del éxito que significa para la causa socialista la fusión  de todos los grupos que luchan por la implantación de la doctrina y del régimen  socialista y declara que tiene la firme convicción de que la unión de todos los trabajadores manuales e intelectuales conducirá a satisfacer los anhelos de redención del proletariado”.

Sin duda este es el nacimiento formal del Socialismo Chileno del cual nosotros nos sentimos herederos auténticos, por su contenido ideológico, y responsables de su futuro en el siglo XXI. Este es el partido que el Compañero Presidente Salvador Allende Gossens ayudó a fundar y en el que militó durante cuarenta años, hasta el día de su muerte.

La presencia y el peso que hoy tiene el nombre y la figura del Compañero Presidente Salvador Allende Gossens en toda Latinoamérica y en el resto del mundo no podemos ignorarla, el fundamento del ALLENDISMO es, sin lugar a dudas, el proceso que nosotros vivimos como la UNIDAD POPULAR, desde la Convención de la Unidad Popular, para determinar el Programa Político y elegir el candidato a la presidencia el 17 de diciembre de 1969, hasta el día del golpe militar el 11 de septiembre de 1973.

Esta experiencia única en el mundo, de la conquista del Poder Ejecutivo del país usando la vía electoral por parte de un conglomerado de partidos políticos de izquierda, la Unidad Popular, que adicionalmente es encabezada por un militante marxista del Partido Socialista de Chile, cambia la vida nacional y hace que los mil días del Gobierno Popular sea contemplado hoy como un modelo de conquista del poder sin violencia y como resultado de la movilización de las bases populares. Esto es la verdadera revolución que hoy se reconoce como ALLENDISMO, en toda Latinoamérica como en el resto del mundo.

Indiscutiblemente este proceso fue el intento del Compañero Presidente Salvador Allende de cumplir con el compromiso de realizar el Programa Político de la Unidad Popular que fue aprobado por todos los partidos del conglomerado, Socialistas, Comunistas Radicales Socialdemócratas, Democrático Nacional, Acción Popular Independiente (API) y Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU). En honor a la verdad debemos reconocer que el período de gobierno del Compañero Presidente no fue de conductas unitarias ni monolíticas, muchas fueron las divergencias, y a pesar de esto, quedó el ejemplo de compromiso, constancia y consecuencia de Salvador Allende Gossens.

Debemos reconocer y recordar la declaración de socialista marxista que hace el propio compañero Salvador Allende en un momento histórico de la política chilena. El viernes 18 de junio de 1948 el Senador Salvador Allende hace una autodefinición de sus bases ideológicas del socialismo, suyo, y de todo el Partido Socialista de Chile  durante la defensa del Partido Comunista de Chile en el debate y discusión en el Senado de la República de la Ley de Defensa de la Democracia, conocida como la Ley Maldita.

Dijo el compañero Allende:
 ….. los socialistas somos marxistas sin atenuación. Nosotros creemos en el materialismo, que es una filosofía, que con fuerza moderna da impulso a la humanidad y ha sido la fuente generadora de los acontecimientos sociales, científicos y políticos de los últimos tiempos.

Sabemos que el materialismo es el sistema filosófico que coloca la materia en el mundo físico o social en condición primaria, y la mente, en condición secundaria, es decir, los procesos de las ideas, dependientes de los actos de la materia y determinados por ellos. La razón de esto es, en cierto aspecto, fundamental para el materialismo racionalista, pues se entiendo empíricamente que la materia en sus diversas manifestaciones existió en el mundo físico antes del desarrollo del pensamiento más elemental y de las ideas. Las verdades del mundo físico de de la vida social están fundamentadas en miles de hechos científicos que forman el pedestal del materialismo moderno.

Demócrito y Heráclito son los elementos humanos más destacados del materialismo en la antigüedad griega en el terreno de la filosofía.  Pero con el progreso del racionalismo, entre los jónicos, se desarrollaros las Ciencias de la Naturaleza y de las Matemáticas; y Thales de Mileto, Anaxímenes y Pitágoras introducen en las matemáticas y la física transformaciones que van a influir en el medio en que se desenvolvían, acentuando la fuerza de las doctrinas materialistas.  Epicúreo es, finalmente,  el centro de las filosofías materialistas griegas de la antigüedad.

Todo el período de la edad media esta dominado por el idealismo  y su forma religiosa, que es la escolástica, hasta que el positivismo incipiente de Bacon y Descartes inicia la era materialista moderna, refrendada por el inglés Tomás Hobbes, verdadero creador del materialismo moderno. Es poco correcto olvidar que es el materialismo, con sus fundamentos reales  y positivistas, el que permite a Lavoisier formula su tesis de que la materia es indestructible  y solo se transforma.  Es la filosofía materialista la que hace que Galileo Galilei afirme que los cielos no son eternos  y que las ciencias tienen vida en relación a las experiencias que realizan.  Es el materialismo, en su primera concepción filosófica, el que cambia el mundo y da a los hombres  una nueva concepción del universo y de la vida social. John Locke  y John Teland  con sus obras:  “Del Entendimiento Humano” y “El Movimiento como Propiedad Esencial de la Materia”,  respectivamente, y cierran el ciclo de los materialistas ingleses de los siglos  XVII  y  XVIII.

Posteriormente aparece el materialismo francés entre los precursores  de la Revolución Francesa.  Diderot y D’Alambert, entre los enciclopedistas,  extrajeron del materialismo  los fundamentos  de una nueva sociedad y de otra concepción  de la vida social de los pueblos. Finalmente los más destacados  materialistas del siglo XVII son Helbach, Gelvetius,  Canabis y Lamettrie.  Este materialismo  se manifiesta en la forma de un materialismo mecanicista; es decir, aplicando la concepción evolutiva, hacia los fenómenos en un encadenamiento permanente y fatal, de suerte que,  ligadas las causas y los efectos de una manera unilateral e irreversible, el efecto producido por una causa no tiene efecto sobre esta, como la relación de los eslabones de una cadena. Tal concepto mecanicista  es pronto alterado por las leyes evolutivas de la biología.

Este materialismo  “crudo” y antidialéctico fue representado en el siglo XIX por Buchner, Vogt  y Meleschott.- Feurbach es la expresión  más alta del materialismo evolucionista, y con su “Esencia del Cristianismo” arrastró apasionadamente a media humanidad.  El materialismo dialéctico llega en su momento oportuno a colocar el aspecto humano y flexible frente a un materialismo dogmático y anticientífico.  “El mundo no es fijo ni inmutable”.  Ese es el fundamento de la tesis de la dialéctica materialista, que en el terreno de las escuelas del materialismo se conoce como el “materialismo dialéctico”. Sobre esas bases ha nacido el pensamiento de Hegel,  Marx, Engels, y Lenin. Estos son los fundamentos filosóficos de mi pensamiento socialista.

He dicho que soy marxista, que creo en el socialismo científico, que soy antiimperialista, antifeudal, antioligárquico  y que tengo un sentido revolucionario  de la transformación económico-social que necesita la humanidad.

Ese fue el pensamiento, esa fue la casa, el domicilio político,  de un socialista que aprendió de sus mayores la preocupación por los desposeídos, el Compañero Presidente Salvador Allende Gossens que reconoce su formación doctrinaria primero en la memoria de su abuelo el Doctor Ramón Allende Padín, también conocido por el Rojo Allende,   conoció la realidad  y la miseria de todo el país acompañando a su padre, Salvador Allende Castro, que recorre Chile cumpliendo funciones como abogado de gobierno en los inicios del siglo XX.

El Compañero Presidente Salvador Allende Gossens recordó siempre las lecciones de un anarquista en Valparaíso, Juan Demarchi, y conoce a Carlos Marx cuando en la pensión que habitaba como estudiante de medicina leía en voz alta El Capital junto a sus compañeros de estudio. El compañero Salvador Allende Gossens muestra una profunda vocación humanista y libertaria cuya mejor y mayor síntesis es parte de un discurso de campaña del día 14 de abril de 1970, que citamos:

“.. si yo creo en la Fraternidad que me enseñaron, si yo creo en la Igualdad que me enseñaron,  si yo pienso que es cierto que me hablaron de Libertad, yo no me imagino que pueda haber Fraternidad en un mundo donde el poderoso aplasta al pequeño desde el punto de vista de la correlación de fuerzas de los países. Yo no creo que pueda haber Fraternidad entre los hombres mientras unos pueblos viven desangrando a otros pueblos que son hoy, por culpa de aquellos, económicamente débiles”.

Llegamos al punto en que tenemos una sintética  visión de lo que hemos vivido en los últimos 50 años de la política nacional. Es para los SOCIALISTAS ALLENDISTAS la oportunidad de recordar uno de los análisis de la Introducción que fundamenta el Programa Político de la Unidad Popular en la Elección Presidencial de 1970:

“…..a los dueños del capital les interesa ganar siempre más dinero y no satisfacer las necesidades del pueblo chileno.  Ese es el grupo de empresarios que controla la economía, la prensa y otros medios de comunicación, el sistema político y que amenazan al Estado  cuando este insinúa intervenir o se niega a favorecerlos, que le cuesta muy caro a todos los Chilenos.

Para que ellos se dignen seguir “trabajando”, pues solamente ellos pueden darse el lujo de poder trabajar o no, es preciso:

darles toda clase de ayudas. Los grandes empresario estrujan al
Estado  bajo la amenaza que no habrá inversión privada si las ayudas y garantías  que piden no se les otorgan.
permitirles producir lo que ellos quieran con el dinero de todos los chilenos, en lugar de elaborar  lo que necesita la gran mayoría del país.
Dejarlos llevarse  que las ganancias que obtienen a a sus cuentas bancarias en el extranjero.
Dejarlos despedir obreros, si estos piden mejores salarios
permitirles manipular  la distribución de alimentos, acapararlos para provocar escasez  y de esa manera subir los precios  a fin de continuar enriqueciéndose  a costa del pueblo…..”

Al recordar este análisis de hace 40 años, podemos repetir que, con dictadura y Concertación, Chile a cambiado para que todo continúe igual.

Enfrentados a la realidad y la historia descrita en los párrafos anteriores,  los SOCIALISTAS ALLENDISTAS  trabajamos hoy por darnos las formas orgánicas  de un partido político en la legalidad vigente que aspiramos a cambiar, y recuperar los principios, ideales y propuestas que, muchas de ellas,  dieron origen a la fundación del Partido Socialista el 19 de abril de 1933, y que fueron  dejadas  por el Partido Socialista de Chile en su transito por la renovación y de su declaración de ser un partido  socialdemócrata, (incluyendo su afiliación a la Segunda internacional Socialdemócrata)  de donde podemos deducir que ya no es socialista, el gobierno de acuerdos con la derecha, la mantención irrestricta del modelo económico neoliberal establecido en la constitución de 1980 y que hoy algunos llaman de 2005, el  usufructo del sistema electoral binominal sin mostrar ningún interés por modificarlo, el abandono de lo que fue la vida militante de todo socialista integrado a la base de su partido,  el absoluto desinterés por promover el  reemplazo de la carta fundamental, y que esta enumeración es solo parte de lo que fundamenta nuestra “Declaración de Principios” y su  “Programa Político”.


Santiago 7 de noviembre de 2010.

Se nos viene la segunda semana sobre Africa y América Latina en Chile.