jueves, 22 de marzo de 2012

Declaración Pública...

¿Estado en Peligro?


A lo largo y ancho del territorio nacional se movilizan los pueblos.
Las dificultades y carencias de los habitantes de este pequeño país, tienen una misma raíz: el capitalismo desenfrenado que establecieron los Chicago Boys, bajo el temible amparo de Pinochet.
Un modelo de acumulación de capital, que mercantilizó los derechos sociales (educación, salud, previsión, servicios básicos), para mejorar las utilidades de los empresarios, y consolidó –desde 1990 en adelante- una institucionalidad impermeable a los cambios, está en la base de los conflictos actuales.
Esto explica el descrédito de la clase política, que en su rol de facilitadora de negocios, terminó defraudando las esperanzas ciudadanas.
Por eso hoy están los pueblos en las calles. No tienen acceso a las decisiones sobre sus condiciones de vida, y ningún agente institucional cuenta con la confianza social necesaria para representarlos legítimamente.
No es casualidad, que se formen en localidades tan apartadas entre sí, como Aysén, Concepción, Valparaíso, Calama y Arica, Asambleas Ciudadanas, con liderazgos colectivos y horizontales que asumen las demandas y exigen directamente al Estado.
Confluyen en estas coordinaciones, personas de las mas diversas ideas y posiciones políticas. 
Un parlamentario que no se caracteriza por ser de “izquierda”, (Horvath) acaba de ser duramente reprendido por la comisión política de su partido (RN), por denunciar los ataques criminales de Carabineros contra la población indefensa.
Las y los presos políticos sobrevivientes, que resistimos en las calles, en los centros de tortura, en los campos de prisioneros, los cuarteles y cárceles, la Dictadura Cívico Militar, sabemos que la fuerza jamás doblega la dignidad de un pueblo. 
Que a pesar de no tener el aparataje, los medios y las armas con que cuenta el Estado, tenemos el derecho a Petición. Un derecho que está consagrado incluso en la Constitución actual.
Cuando los estudiantes, profesores, pescadores artesanales, transportistas, dueñas de casa, jóvenes cesantes, salen a las calles a exigir un poco de justicia, en un país en que las AFP, los Bancos, las ISAPRES, acumulan colosales ganancias… no están poniendo en peligro el Estado; están simplemente ejerciendo un derecho ciudadano.
Por ello es que la militarización del conflicto (Carabineros hace muchos años que dejo de ser una policía profesional), la criminalización de los actores sociales y el uso y abuso de la fuerza policial, provoca un
repudio generalizado de la ciudadanía. Pero la gota que rebalsa el vaso, es la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado a 22 ciudadanos de Aysen; entre ellos varios dirigentes locales de RN y la UDI.
Esta escalada de violencia y agresiones contra los pueblos del territorio debe terminar. Los gaseamientos, los apaleos, los perdigones, las torturas, deben terminar. 
Las legítimas demandas ciudadanas deben ser escuchadas, acogidas y resueltas. 
La violencia policial, las querellas, las leyes represivas… no son la solución a los problemas que agobian a los pueblos, a los ciudadanos, a las personas.
La medida de una democracia, ES EL RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS.   
Miles de personas detenidas en
los últimos meses, ciudades gaseadas como en la 1ª Guerra Mundial, niñas abusadas en buses policiales y comisarias, mujeres y niños mapuche golpeados en sus humildes comunidades por matones con uniforme, cientos de heridos, ciudadanos que pierden la vista por golpes o perdigones policiales, dan cuenta de la real calidad de ésta Democracia.
Llamamos a todos los luchadores sociales a redoblar los esfuerzos por democratizar las instituciones, y ponerlas al servicio de los pueblos.
A hacer solidaridad activa con los pueblos agredidos.
A exigir al Gobierno, el retiro de los contingentes policiales de todas las comunidades en conflicto (ya sea en la Patagonia, en la Araucanía o en Calama).
El término de la criminalización del movimiento social, el retiro inmediato de las querellas por LSI del Estado y la apertura real de Mesas de Trabajo con dirigentes representativos de las bases.


Comando Unitario de ex Prisioneros Políticos y Familiares