miércoles, 13 de junio de 2012

Hagamos transpirar la política tradicional..




Por @mefaltaelaire


Falta poco para octubre y por lo tanto para las elecciones municipales. Por lo mismo ya se puede ver a los candidatos a alcaldes y concejales pasearse por los diferentes barrios, ofreciendo – para variar – el oro y el moro. Me imagino que usted, como yo y tantos otros, ve a su respectivo alcalde sólo en estas fechas, en que llegan con su mejor cara a ofrecerle lo que, una vez más y como siempre, jamás cumplirán al ser electos.

Y eso cruza todos los sectores políticos, no hay excepción. Sean de derecha, centro o izquierda, llegarán igual donde usted vive y lo dejarán convencido de que su vida cambiará si les da el voto. Es tanto lo que ofrecen que más de alguna vez me han convencido simplemente porque no concibo que puedan ser tan “car’e palo” y pienso que no pueden  mentir tan re bien, que algo de todo eso tiene que ser verdad… y no: es mentira una vez más.

Quiero proponerle, por eso, que esta vez no les crea y que  tampoco le dé su voto a ningún candidato que represente a la añeja política, al que pertenezca a alguno de los partidos que nos usan pero no nos consideran, a los que duermen felices porque saben que gracias a las perversiones del sistema tienen asegurada su parcela de poder.

Quiero pedirle que, por esta vez, votemos por el candidato más débil, el que no tiene plata para tapizar y  afear las calles con propaganda, el que no necesita ser amigo de los jefes de las barras bravas porque no es dueño de ninguna esquina, ni tiene millones en propaganda que deba ser cuidada  Le propongo que votemos por las personas que son como nosotros, que viven las injusticias del sistema, las que son víctimas de las malas políticas públicas diseñadas por tecnócratas que implementan medidas en temas que desconocen absolutamente. Votemos por el que no tiene  muchas –o ninguna- posibilidad de salir, porque el sistema  está hecho para que las grandes coaliciones ganen.  Y da lo mismo que haya personas valiosas y que serían un aporte para sus comunas o el país: si no pertenecen al engranaje de los grandes bloques están casi siempre perdidos.

Votemos por esa mujer  que pelea día tras día para lograr que le pongan luz a los pasajes de una población, por esos dirigentes vecinales que luchan por años para lograr una sede social o unos columpios y árboles en una plaza para los niños de su sector; por esa persona que jode y jode hasta lograr que una línea del Transantiago pase más cerca de su casa y sus vecinos porque tienen que caminar demasiado para llegar a un paradero. Esa es la gente que vale, la que realmente lucha porque la vida de muchos tenga dignidad y sea menos difícil.

No vote  por un señor que vive a kilómetros de la comuna que quiere dirigir, olvídelo, a ese le va a dar lo mismo instalar vertederos, cárceles o industrias contaminantes en la comuna, es más, hay hartas posibilidades que sea socio en alguno de esos proyectos.

Húyales también como a la peste a los candidatos que piensan que pueden comprar su voto con un par de choripanes y un vaso de vino. Tampoco sea tonto, obviamente cómase y tómese todo lo que le ofrezcan y disfrútelo. Vaya a la playa, baile con Américo y goce todo lo que “le llevan” los combos politiqueros y populacheros en época de elecciones.

Quiero proponerle también que vote, y que lo haga por alguien, que no lo haga en blanco o lo anule. Si considera que abstenerse es protestar, no lo es en verdad, es simplemente dejar pasar una buena oportunidad de hacer sentir su malestar, de decirles a los políticos que se aburrió de personajes como ellos, que quiere otro tipo de hombres y mujeres en los cargos representativos. Ciudadanos como usted, personas de carne y hueso, no seres adormecidos e insensibilizados por el poder que hace más de 40 años se reparten los mismos.

Una persona sabia me decía el otro día que solo hay un momento en la vida de los políticos en que estos se sienten inseguros y temen, solo uno, y ese es el momento en que saben que usted está votando. Y que ese es también nuestro único momento de poder, de verdadero poder, cuando hacemos esa raya en el voto, al lado de algún candidato.

Si todos votamos en la próxima elección por los candidatos independientes y estos, aunque no salgan muchos elegidos, logran quitarle a los partidos tradicionales una gran cantidad de votos, será un mensaje fuerte y potente a toda la clase política de  que nos aburrimos, que la fiesta está llegando a su final, que deben hacer sus maletas e irse a sus casas. Necesitamos que los independientes se conviertan en una fuerza poderosa. Busque alguno que represente su sensibilidad política.  Estoy segura que encontrará alguno bien intencionado y valioso .Alguien por quien valga la pena levantarse a votar.

Tenemos poco poder real, por lo tanto no debemos perder la oportunidad de ejercerlo. No pierda el tiempo practicando dibujitos “cochinos” ni frases creativas. No convierta su voto en una obra de arte, conviértalo en una guillotina que sirva para decapitar a la política tradicional y las ideologías añejas, si no, solo estará haciéndole el juego al sistema. Con eso no va a lograr que no sean elegidos los despreciables de siempre, a lo más quizás  logre que sean elegidos con menos votos, pero seguirán en el poder, y perderemos cuatro años más dirigidos por los mismos ineptos.

El voto blanco sirve menos aún, porque se le suma a la mayoría.

Los tiempos cambiaron, y con el ascenso de la lucha social y la aparición de candidatos ligados a ella y no a los partidos tradicionales, tiene mayor sentido aún potenciar a estos dirigentes de base votando por ellos.

Hagamos una demostración de nuestra molestia en las próximas elecciones, hagámoslos titubear, sufrir, transpirar y que  dejen de sentirse los dueños vitalicios del poder. Y cuando estén tratando de entender  algo que no esperaban, los rematamos exigiéndoles el fin al binominal.

Por una vez, podremos los ciudadanos sentar a los políticos en la pica, algo que ellos nos hacen a nosotros día a día. ¿A quién no le gustaría? Lo invito.